LOS ERRORES QUE COMETO

Cuando somos mamás, a veces no nos da tiempo para pensar lo que hacemos, no nos damos la oportunidad para detenernos cuando sabemos que no estamos actuando de la forma correcta.

El cansancio, el agotamiento, nuestros otros roles, todas esas tareas que erróneamente creemos igual de importantes que estar disponibles para nuestros hijo, la falta de ayuda, la necesidad de que el padre se involucre más, la necesidad de tiempo libre, es lo que nos lleva a tener (por momentos) malas actitudes hacia la maternidad, hacia ese lapso de nuestras vidas que sentimos que vivimos sólo para atender a alguien más.

Son todas esas exigencias que queremos seguir cumpliendo obteniendo los mismos resultados, a la par de estar disponible para nuestro bebé, lo que nos frustra. No sabemos con exactitud de dónde viene nuestra indisposición para atener todas las demandas del bebé sin quejarnos. Una posibilidad es que no podemos dar lo que no tenemos, que estamos ejerciendo la maternidad que nos enseñaron. Ya sea por nuestras heridas infantiles o por las autoexigencias de ser la mejor en todo, nos frustramos y agobiamos,  por lo que terminamos diciendo y haciendo cosas que sabemos que están mal, pero igual lo hacemos y herimos con eso, a quien más amamos, a quien queremos proteger.

Luego viene la culpa, el remordimiento, nos invade esa sensación que se hace más fuerte al reconocer que nuestros niños son inocentes en todo el asunto, no nos piden que seamos exitosas en nuestros demás roles, que nos mantengamos en forma, que cambiemos al mundo. Ellos solo nos quieren, no nos juzgan y antes de lo que pensamos, vuelven con una sonrisa y un beso y parece que no ha pasado nada.

Que nuestros niños se acerquen nuevamente dándonos su amor sin condiciones, no alivia nuestro malestar, sino que nos hace pensar que no somos merecedoras de tanto amor. Que no somos dignas de nuestros hijos.  Si te has sentido así, no estas sola, muchas mamás se sienten igual que tú, todos los días.

Ser mamá es tan hermoso como agotador y por eso necesitamos ayuda, cuando comience tu mala actitud, detente, revisa tus expectativas, ¿Cómo te estas saturando? date un tiempo fuera; de verdad, procura hacer algo distinto por ti, o asumir lo que haces de otra forma (Ejm bañarte centrándote en el sonido del agua al caer sobre ti. Siente el agua como un poder purificador de energía, mientras recorre tu cuerpo, se va llevando todo lo que necesitas sacar de tu ser) incluso, puedes con tu niño, hacer algo distinto: salir a Mirar las estrellas o contar las nubes, Acariciar el cabello del otro.

Lo que te sirva para llevarlos a ambos a la calma, es sano para todos: pedir perdón a nuestros hijos cuando sabemos que no hemos actuado de forma correcta, la humildad de reconocer nuestras fallas y crear otras alternativas de acción, nos hace grandes.

Mama en medio del caos ten presente, NO ESTÁS SOLA, mírate con compasión, estas contigo, aunque no tenga las palabras para consolarte, estás con tu hijo y en medio de la distancia, conmigo.

@Draorientacion

6 comentarios en “LOS ERRORES QUE COMETO”

  1. Yo de niña fui violentada, y solo siento rencor y hasta odio por la persona que abuso de mi, por ello detesto mi infancia y he tratado de borrar de mi memoria todo , creo que eso me marcó y hoy soy una persona que se altera muy rápido por todo, no tengo paciencia; me siento culpable y con mucha frustración cuando le grito a mi pequeña, por que me prometo no hacerlo, pero no logro ese propósito, al final del día me siento más mortificada por lo que me pasó y por como soy ahora con mi hija.

    1. Lo primero Yeni no es tratar de olvidar sino de sanar, no necesariao mente tienes que dejar de sentir odio por esa persona, pero ¿Quieres seguir llevando odio en tu corazón? Y no por esa persona, porque se lo merece, sino por ti ¿Lo mereces? Una idea puede ser aprender de eso ocurrido y perdonarte a ti, verte como inocente, volver a imaginarte a esa edad y darte lo que tú necesitaste. Hablarte bonito, creerte y atenderte, darte ahora lo que necesitaste en ese momento y aunque suene descabellado agradecer que esas experiencias ahora te hacen una mamá mas consciente y cautelosa.

      Lo que te sucedió no debió pasar pero lo vbueno es que ya pasó. Eso ya no tiene el poder de seguir haciendote daño a menos que se lo sigas permitiendo.

      Mereces atenderte, mereces la terapia
      Espero te des todo el amor, escucha, contención y atención que necesitaste en ese momento.

      Te abrazo

  2. Gracias, es súper enriquecedor poder contar con este espacio que nos brindas, mi bebé aún es muy pequeño por eso quiero formarme con tiempo para él 💙

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.